24 horas
de Muntjuïc
La primera
edición de esta carrera de velocidad y resistencia se celebró el 3 de Julio de
1955, en el circuito del Parque de Montjuïc. La Penya Motorista de
Barcelona y el apoyo del diario “El Mundo Deportivo” se hicieron cargo del
reto de organizar semejante evento.
En la primera
edición de las 24 Horas se inscribieron 45 equipos, casi todos españoles, y la
victoria fue a parar al equipo de Montesa formado por J.M. Llobet
"Turuta" y Juan Soler Bultó. Ellos dos alternándose en el pilotaje de
una Montesa Brio de 125cc de serie y de fabricación Nacional lograron realizar
510 vueltas al circuito cubriendo una distancia de 1.935,922 km con un promedio
de 80,663 km/h. Es decir, un promedio de 2’39” por vuelta.
Dado que se inscribieron
motos de diferentes cilindradas se establecieron varias clarificaciones
complementarias según su cubicaje.
Pronto esta
prueba se convirtió en uno de los referentes deportivos de la ciudad y en 1961
la carrera fue incluida en la Copa de Europa y más tarde en el Campeonato del
Mundo de Resistencia y junto a las ya tradicionales "·Bol d'Or",
"500 millas de Truxthon" y las "24 horas de Wasage".
El primer
equipo de extranjeros en ganar las 24 Horas de Montjuïc fueron los
italianos Gandosi y Spaggiari pilotando una Ducati 125 cc, que recorrió
2.228,266 km, con una media de 92,870 km/h. Fue en edición de 1959.
La crónica
negra de la carrera también empezó a escribirse ese mismo año. Conrad Cadirat, un piloto catalán de 29 años que
pilotaba una Ossa, se salió del circuito chocando contra un poste. Con la
violencia del golpe hizo el cuerpo piloto salió despedido hacia el circuito
siendo golpeado mortalmente por la moto que le seguía la rueda.
Benjamín Grau
obtuvo el apodo de " Mr. Montjuïc " a pulso. Ganó en siete
ocasiones la carrera en el periodo de 1972 a 1986 y junto a Salvador Cañellas
formó uno de las mejores parejas de la historia de las 24 horas de Montjuïc
ganando las ediciones de 1973 y 1975. De las siete victorias, seis las hizo
sobre Ducati y una sobre una Bultaco de 360 cc.
La marca BMW también
hizo historia en Montjuïc. En 1959 y con una R69s de 600cc los ingleses Daniels
y Darvill consiguieron la victoria. Era la primera vez que una moto de gran
cilindrada vencía al ejército de motos de pequeña cilindrada, bastante más
manejables en el sinuoso trazado barcelonés.
BMW volvería a
ganar en 1961 con Darvill y Price. Esta sería la última vez que la marca
alemana se subiría al cajón hasta que en 2008 y en la nueva edición de las 24
horas, en Montmeló, el equipo Busquets se hizo con la 3ª plaza con la HP2
Sport.
En año 1966 es cuando se superó la media de 100 km/h por el equipo
compuesto por el catalán Josep María Busquets y el italiano Francesco
Villa que conducían una Montesa 250cc.
Las fábricas
apostaban duro en Montjuïc pero fue un privado con una moto artesanal el que se
llevó la victoria en 1965. Dave Degens era uno de los preparadores de
cafe-racers más demandados en el Reino Unido. Los corredores del café
preparaban sus prototipos sobre la base de antiguas motos Britanicas y las sometían
a profundas transformaciones
para que fueran lo más competitivas posibles para sus carreras callejeras. Dave
Degens decidió llevar una de sus creaciones a una de las carreras más duras del
momento y con su montura, una Dresda-Triton con motor Norton de 750 cc, ganó la
edición de 1965.
En 1970
repetirá la hazaña, esta vez sobre una Dresda-Triumph.
Benjamín Grau
y Salvador Cañellas precisamente ambos, en 1975 protagonizaron en la
victoria más sonada. Pese a salir los últimos al cabo de una hora tomaron la
cabeza de carrera para ya no abandonarla hasta cruzar la meta vencedores.
En los
primeros años las marcas españolas se volcaron en la carrera. Pero sin duda la marca que tiene más relación con las 24 horas es
Ducati. A mediados de los 50 la marca italiana tenía claro que debía de meterse
de lleno en el mundo de la competición y de la mano de Fabio Taglioni, un joven
ingeniero loco por las carreras, se propuso desarrollar una moto capaz de ganar
carreras y ser producida en serie al mismo tiempo. Nacía así en 1955 la Ducati
Gran Sport, más conocida como Marianna.
Aunque Ducati
estuvo presente en Montjuïc desde sus inicios en 1955 no fue hasta que se
presentó con la Marianna en 1957 cuando empezó a arrasar. Ese año las tres
Ducatis coparon las tres primeras plazas y al año siguiente el resultado fue
incluso mejor, las cinco Mariannas oficiales no dieron ninguna opción a sus
competidoras y se clasificaron en las cinco primeras posiciones. En los años posteriores
y con diferentes y evolucionados modelos Ducati subió al pódium en numerosas ocasiones.
Las 24 horas de Montjuïc supusieron para Ducati una de las primeras y exitosas
incursiones en el mundo de la competición.
La carrera
catalana dio nombre a uno de los modelos de Ducati. Fabricada en España por
Mototrans (1966-1974) con licencia de Ducati se inspiraba en las motos
italianas que dominaron en los 60 la famosa carrera e intentaba suplir en el
mercado español a sus primas italianas, la Mach 1 y la Mark 3.
En los años 70
las marcas catalanas (Montesa, Ossa y Bultaco) perdieron terreno delante de las
japonesas (Honda, Japauto, Suzuki, Kawasaki) y las europeas (BMW, Laverda, Ducati
y Guzzi)
A lomos de una
Bultaco de 360 cc los pilotos españoles Grau y Bordons lograron un inesperado
podio en 1972, pero la suerte para las motos de menos de 500 cc estaba ya
echada. En 1974 la victoria cayó del lado nipón, proclamándose reyes de Montjuïc
el equipo franco-suizo de Godier-Genoud con una Kawasaki 900 y al año siguiente
ningún equipo que optase por la victoria se presentaba con una moto de menos de
750 cc. Honda, Japauto Kawasaki, BMW, Laverda y por supuesto Ducati, todas
ellas se presentaron en la línea de salida con motos de entre 750 y 1000 cc.
En 1980 la
carrera de las 24Horas de Montjuïc fue incluida en el Campeonato del Mundo, pero en 1982 en el
boicot de los pilotos franceses llevo al FMI de quitar las 24 Horas de Montjuïc de este
campeonato a partir de 1983, y con todo esto las 24Horas de Montjuïc siguieron
celebrándose hasta 1986, cuando otro trágico accidente mortal llevo a su
definitiva cancelación.
De hecho el
viejo circuito de Montjuïc se había quedado obsoleto para acoger a las motes de
tan gran cilindrada y sus grandes velocidades que podían alcanzar medias de 120
km/h i la seguridad de los pilotos y también del público no era suficientemente
garantizada.
Barcelona que
ya había perdido los grandes Premios de Automovilismo y Motociclismo por los
mismos motivos se queda sin esta prueba conocida mundialmente.
A partir de
1995 la carrera de las 24 Horas se retornaron pero esta vez alejada de la
ciudad condal y se alberga en el Circuito de Montmelo con el nombre de 24 Horas Motociclismo de
Cataluña.
Por Oscar Cepeda.
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